¿La infidelidad es maltrato?

¿La infidelidad es maltrato?

La infidelidad puede considerarse una forma de maltrato emocional, ya que suele generar traición, dolor y desconfianza en la pareja afectada. Sin embargo, la percepción y el impacto pueden variar según las circunstancias y las personas involucradas. La infidelidad no es simplemente una cuestión de romper la confianza; puede representar una violación del respeto y la dignidad de la pareja.

Este acto de traición puede llevar a la víctima a cuestionar su autoestima, su valor personal y su capacidad para confiar en futuras relaciones. Entender si la infidelidad es una forma de maltrato puede ayudarte a reconocer la gravedad de sus efectos y a tomar decisiones informadas sobre tu relación. En este artículo de Psicología-Online hablaremos sobre si la infidelidad es maltrato, exploraremos por qué puede ser vista como una forma de violencia y qué consecuencias tiene para la salud mental y emocional.

¿La infidelidad se considera maltrato?

La infidelidad puede ser devastadora debido a sus profundas implicaciones emocionales y psicológicas. Definirla como maltrato depende del contexto y de cómo se entienda el maltrato. Este no se limita a la violencia física; también incluye el maltrato emocional y psicológico.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato psicológico incluye actos como la humillación, el control, la manipulación y la negación de afecto. La infidelidad, al causar un gran daño emocional, puede encajar en esta definición. La persona engañada puede experimentar inutilidad, ansiedad, depresión y baja autoestima, indicadores de maltrato psicológico. En este artículo te explicamos las Consecuencias del maltrato psicológico en la pareja.

Además, la infidelidad a menudo va acompañada de mentiras y engaños prolongados, formas de manipulación emocional que socavan la seguridad emocional de la pareja y alimentan la desconfianza, no solo en la relación actual, sino también en futuras relaciones.

La manipulación y el engaño que acompañan a la infidelidad pueden crear una dinámica de poder desigual, donde la persona infiel tiene el control sobre la realidad de su pareja. Esto no solo agrava el daño emocional, sino que también perpetúa un ciclo de control y dependencia emocional.

Por qué la infidelidad es violencia

La infidelidad es una forma de violencia porque incluye comportamientos que causan daño emocional y psicológico. La traición de la confianza, un aspecto fundamental en una relación, no solo causa dolor emocional, sino que también afecta la salud mental y el bienestar general de la persona afectada.

Las víctimas de infidelidad reportan síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, depresión y otras afecciones de salud mental, similares a los experimentados por víctimas de violencia física (Gordon et al., 2004)[1]. El estrés emocional y psicológico causado por la infidelidad también puede tener efectos físicos perjudiciales. El estrés crónico puede provocar problemas de salud como hipertensión, trastornos del sueño y problemas digestivos.

La relación entre el estrés emocional y la salud física es una evidencia médica, es decir, las experiencias emocionales pueden manifestarse en síntomas físicos.

Qué tipo de violencia es la infidelidad

La infidelidad puede ser considerada una forma de violencia emocional y psicológica. Este tipo de violencia se manifiesta a través de acciones que causan daño emocional, socavan la autoestima y provocan desconfianza. La infidelidad involucra engaño, traición y manipulación, todos componentes clave del maltrato emocional.

La violencia emocional implica conductas que minan el bienestar emocional de la víctima. En el caso de la infidelidad, el daño emocional puede ser severo y duradero. Las víctimas de traición y engaño pueden sentirse humilladas y menospreciadas, lo que afecta su salud mental. En este artículo verás Cómo superar la depresión por una infidelidad. Además, este tipo de violencia incluye manipulación por parte de la persona infiel. En este sentido, la víctima puede sentirse atrapada en una red de mentiras y engaños, lo que puede desestabilizarla emocionalmente.

Así pues, la infidelidad es maltrato y, entre los tipos de violencia, puede ser especialmente grave porque sus efectos son profundos y duraderos. Mientras que la violencia física es visible y puede ser tratada con atención médica, el daño emocional y psicológico es más difícil de detectar y tratar. Las cicatrices emocionales pueden afectar la capacidad de la víctima para confiar en futuras relaciones, y puede necesitar años de terapia para sanar del todo.

Qué consecuencias tiene sufrir una infidelidad

Sufrir una infidelidad puede tener consecuencias devastadoras en diversos aspectos de la vida de una persona. A continuación, te mostramos las más habituales:

  • Impacto emocional y psicológico: descubrir una infidelidad puede desencadenar una serie de emociones intensas como la ira, la tristeza y la confusión. Quienes lo experimentan a menudo tienen síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT), incluyendo flashbacks, pesadillas y una hipervigilancia constante.
  • Depresión y pérdida de autoestima: la infidelidad puede causar depresión profunda y prolongada, afectando la funcionalidad diaria. La traición disminuye la autoestima y hace que la víctima cuestione su valor y atractivo, afectando futuras relaciones por desconfianza (Spring, 2012)[2].
  • Dolencias físicas: el estrés emocional por infidelidad puede provocar problemas físicos como hipertensión, trastornos del sueño y problemas digestivos. El estrés crónico debilita el sistema inmunológico (Segerstrom y Miller, 2004)[3].
  • Impacto en las relaciones sociales: la infidelidad afecta no solo a la pareja, sino también a relaciones con amigos y familiares. La víctima puede sentirse avergonzada, aislándose de su red de apoyo, además de que los conflictos pueden afectar relaciones sociales y familiares.
  • Secuelas a largo plazo: las secuelas emocionales y psicológicas de una infidelidad pueden durar años. La víctima puede tener dificultades para formar relaciones saludables y puede necesitar terapia a largo plazo para superar el trauma (Gordon et al., 2004)[1].
  • Futuro de la relación incierto: la infidelidad lleva a decisiones difíciles sobre si luchar por la relación o separarse. Estas decisiones requieren un esfuerzo emocional y mental enorme.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Referencias
  1. Gordon, K. C., Baucom, D. H., & Snyder, D. K. (2004). The use of forgiveness in marital therapy. In F. D. Fincham & S. R. H. Beach (Eds.), Forgiveness: Theory, Research, and Practice, 203-227.
  2. Spring, J. A. (2012). After the Affair: Healing the Pain and Rebuilding Trust When a Partner Has Been Unfaithful. HarperCollins.
  3. Segerstrom, S. C., & Miller, G. E. (2004). Psychological stress and the human Immune System: A Meta-Analytic Study of 30 Years of Inquiry. Psychological Bulletin, 130(4), 601–630. https://doi.org/10.1037/0033-2909.130.4.601
Bibliografía
  • Glass, S. P., & Wright, T. L. (1992). Justifications for extramarital relationships: The association between attitudes, behaviors, and gender. Journal of Sex Research, 29(3), 361-387. https://www.jstor.org/stable/pdf/3812938.pdf