Inseguridades de una persona: tipos y ejemplos


Las inseguridades de una persona pueden ser personales, físicas, sociales o profesionales, entre otras. La inseguridad, entendida como una ausencia de confianza en las habilidades propias, puede originarse por diferentes motivos, como experiencias traumáticas o un apego insano.
Quien más quien menos nos hemos sentido profundamente inseguros en algún momento de nuestra vida. Al crecer, estas inseguridades pueden influir en nuestro bienestar psicológico y bloquear nuestro desarrollo personal. El primer paso para trabajarlas es reconocerlas, por lo que en este artículo de Psicología-Online, te explicamos cuáles son las inseguridades de una persona: tipos y ejemplos.
Inseguridad personal
La inseguridad personal está profundamente vinculada con la idea de «ser inadecuado». Este tipo de inseguridad se manifiesta a través de pensamientos negativos sobre el valor y las capacidades propias, y sobre qué lugar se ocupa en el mundo.
Cuando alguien siente inseguridad personal, teme ser incapaz de lograr los objetivos deseados o tomar decisiones acertadas. Para evitar esta sensación, se busca validación y aprobación ajena, además de evitar tener grandes metas en la vida.
Por ejemplo, cuando alguien siente ansiedad cuando su pareja no responde de inmediato a un mensaje. Interpreta esta falta de respuesta como un indicio de que algo va mal en la relación. Otro ejemplo lo encontramos en quien autosabotea sus proyectos profesionales porque cree que «no es lo suficientemente bueno/a», aunque otras personas valoren su talento.
Inseguridad física
Una de las inseguridades de una persona más comunes hoy en día es aquella relacionada con la apariencia física. Al fin y al cabo, las redes sociales funcionan como un escaparate hacia la excelencia, incluso cuando esa perfección es imposible de alcanzar.
Las personas con inseguridades sobre su físico se sienten incómodas con su propio cuerpo, y se preocupan constantemente por cómo las perciben los demás. A menudo, esta inseguridad deriva en trastornos de la conducta alimentaria, cirugía estética o, en algunos casos, a evitar ciertos contextos sociales.
Por ejemplo, una persona con inseguridad física usa prendas de ropa que oculten aquello que no le gusta de su cuerpo. También controla milimétricamente lo que come o solo ve en el espejo lo que considera «un defecto».
Inseguridad social
La inseguridad social, es la preocupación constante de ser juzgado/a por los demás o no encajar en determinados grupos. Las personas con inseguridad social tienden a evitar reuniones sociales por miedo a hacer el ridículo o a ser rechazadas. El miedo al juicio ajeno puede ser tan intenso que quien lo experimenta se mantiene en su zona de confort y evita experiencias nuevas.
Un ejemplo de inseguridad social es analizar una y otra vez una conversación con un extraño en busca de errores o comentarios que podrías haber dicho y que habrían sido más acertados. En estos casos, recomendamos leer este artículo de Cómo superar el miedo al rechazo.

Inseguridad profesional
Otra de las inseguridades de una persona es la profesional, relacionada con el ámbito laboral. Se suele experimentar falta de confianza en las propias habilidades o miedo a no ser lo suficientemente capaz. Las personas con esta inseguridad temen «ser un fraude» a pesar de sus logros, a menudo reconocidas por otros. A esta situación, se la conoce como el síndrome del impostor.
Un ejemplo de inseguridad profesional podría ser dedicar horas extra a un proyecto por miedo a ser un «mal profesional» o sentir que nunca lo haces lo suficientemente bien en tu trabajo.
Inseguridad en las relaciones
A diferencia de la inseguridad social, la inseguridad en las relaciones personales se manifiesta a través del miedo al abandono o al rechazo de los seres queridos. Quienes la experimentan creen y sienten que no merecen el amor de los demás, por lo que buscan continuamente pruebas de cariño y lealtad y evitan discusiones.
Por ejemplo, una persona que siente inseguridad en sus relaciones dice que «sí» a cualquier propuesta, incluso cuando quiera negarse. También se preocupa mucho cuando se aleja de su pareja o siempre está excesivamente disponible para sus amigos/as.
Inseguridad económica
Las inseguridades de una persona también pueden girar en torno al ámbito económico. Concretamente, este tipo de inseguridad está relacionada con el miedo a perder la seguridad financiera, incluso cuando se tiene una situación económica estable. Este temor genera mucho estrés y preocupación por el futuro, por si se pierde el trabajo o a no tener dinero suficiente para afrontar imprevistos.
Por ejemplo, una persona con inseguridad económica puede tener un salario cómodo y holgado, pero evita gastar en ocio por miedo a quedarse sin dinero a final de mes. Es decir, a pesar de no estar en riesgo, se preocupa por el dinero constantemente.

Inseguridad intelectual
Cuando una persona duda de ser lo suficientemente inteligente se dice que experimenta inseguridad intelectual. En estos casos, se desconfía en exceso de las habilidades cognitivas propias y se teme a «no dar la talla» o a «ser un timo». A pesar de sus logros, las personas con este tipo de inseguridad creen que no son suficientemente listas y que siempre hay otros que saben más que ellas.
Por ejemplo, un estudiante que ha obtenido buenas notas a final de trimestre puede creer que no ha hecho lo suficiente. o que no merece sus calificaciones, a pesar de que los resultados indican lo contrario. Otro ejemplo son las personas que realizan innumerables test de cociente intelectual como forma de validación personal.
Inseguridad sexual
La inseguridad sexual se refiere a la falta de confianza durante el sexo, o a una percepción negativa del propio atractivo. Esta inseguridad puede manifestarse de muchas formas, como en un bloqueo mental y físico al tener relaciones íntimas o con la necesidad de ocultar ciertas partes del cuerpo. Las causas de esta inseguridad pueden ser expectativas sociales poco realistas, falta de educación sexual o comparaciones con otras personas.
Algunos ejemplos de inseguridad sexual son los pensamientos intrusivos durante el sexo, la incapacidad para tener una erección o lubricar los genitales, o la necesidad de tener relaciones íntimas con la luz apagada, para evitar mostrar determinadas partes del propio cuerpo.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Inseguridades de una persona: tipos y ejemplos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Personalidad.
- Branden, N. (1994). The Six Pillars of Self-Esteem. Bantam.
- Brown, B. (2010). The Gifts of Imperfection: Let Go of Who You Think You’re Supposed to Be and Embrace Who You Are. Hazelden Publishing.
- Leary, M. R. (2004). The Curse of the Self: Self-Awareness, Egotism, and the Quality of Human Life. Oxford University Press.